Venezuela tiene un gran potencial eólico, pero no lo aprovecha. El petróleo incita a minusvalorar los recursos renovables y no contaminantes, como el eólico, pero incluso Venezuela empieza a dar los primeros pasos. La eólica podrá sumnistrar electricidad a un precio casi competitivo con el de las grandes hidroeléctricas como Guri en el río Caroní, que tienen un gran impacto ambiental, al inundar cientos de kilómetros donde proliferan mosquitos y el mercurio se transforma en metilmercurio, entrando en la cadena trófica.
Los casi cuatro mil kilómetros de costa que dibujan el límite norte de Venezuela son más que suficientes para que el país ponga en marcha parques eólicos, capaces de producir uno de los tipos de energía más limpio que existen.
El ingeniero Helbrist Romero, jefe de Proyectos del Centro de Estudios de Energías Renovables de la Universidad Simón Bolívar, comenta que este organismo académico está participando en proyectos de energía eólica en Margarita, Falcón y Zulia: "Hay muchas posibilidades de que (la puesta en funcionamiento de parques eólicios) se siga ampliando, más que todo en la costa del país, por la abundancia del recurso eólico, que de paso no se ha explotado. Podemos sacar mucho beneficio del viento que tenemos en la costa".
El ingeniero destaca que la energía eólica es limpia "porque no hay ningún tipo de consumo de recursos naturales. El viento siempre va a estar presente, y no lo vas a gastar, a diferencia del carbón y del petróleo". Sin embargo advierte que "es costoso producir la energía eléctrica a base de viento, pero cuando se ve lo que inviertes a favor de la protección del ambiente, definitivamente vale la pena tomarlo en cuenta".
En el país existe un proyecto gubernamental para tener en 2013 cuatro parques eólicos: en la península de La Guajira, en Pueblo Nuevo, Los Taques, en Araya y en Nueva Esparta, que se suman al de la península de Paraguaná que estará listo próximamente.
Las penínsulas de la Guajira y Paraguana son barridas casi todo el año por los vientos alisios que soplan desde el mar caribe con rumbo nordeste suroeste. Esta dos penínsulas, las mas septentrionales de América del sur, conforman, conjuntamente con las mas sureñas de las Antillas menores (Aruba, Curazao y Bonaire) el Cinturón Árido Pericaribeño.
La velocidad del viento en la Península de Paraguana oscila entre los 7 y los 9 metros por segundos, esto es, de 25 a 30 kilómetros por hora, siendo en la Guajira un poco menor, lo que constituyen, escenarios óptimos para la instalación de parques eólicos que sirvan para generar electricidad en forma barata, ecológica y sostenible. Es ésta una energía no contaminante y prácticamente eterna porque proviene de una fuente no agotable como lo es el viento.
Sabemos que la energía que recibe la tierra del sol es colosal y prácticamente eterna, sabemos también que entre el 1 y el 2% de la energía solar que llega a la tierra se transforma en viento. En las dos penínsulas los vientos alisios soplan casi todo el año, garantizando la viabilidad de esta fuente energética.
La electricidad así producida es totalmente limpia porque al generarse sin ningún tipo de combustión no produce gases que conlleven ningún tipo de polución o que causen efecto invernadero.
Un aerogenerador produce al día la misma cantidad de electricidad que la que producirían tres toneladas y medias de carbón o una tonelada de petróleo. Al no quemarse esas cantidades de petróleo y carbón cada aerogenerador evita la emisión a la atmósfera de 4.109 kilos de dióxido de carbono, 66 kilos de dióxido de azufre y 10 kilos de acido de nitrógeno al año, principales gases causantes del infecto invernadero y de la lluvia ácida. Cada aerogenerador produce en un año el mismo benéfico efecto en la atmósfera que 200 árboles adultos. Al ser las penínsulas de la Guajira y Paraguaná zonas desérticas, el impacto ambiental de parques eólicos en ellas seria mínimo.
Los vientos de las costas de Paraguaná, estado Falcón, serán una fuente de energía eléctrica en los próximos años con la concreción del proyecto de parques eólicos que la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (Impsa) negocia con el Gobierno Venezolano.
"Queremos desarrollar, en conjunto con Pdvsa Industrial y Corpoelec, una serie de parques eólicos, asociados a inversiones no sólo para montar los parques sino para una fábrica de generadores", aseguró el presidente ejecutivo de Impsa, Luis Pescarmona, durante la inauguración del parque eólico Praias de Parajuru en el estado de Ceará, Brasil.
Para Luis Pescarmona "es realmente una oportunidad muy grande para Venezuela. Tiene mucho sentido, porque hay una complementariedad con el régimen de lluvia". Por su parte, Enrique Pescarmona, presidente de la compañía argentina con más de 100 años de historia y que se especializa a escala global en energías renovables, destacó el "potencial enorme" que tiene el país para la producción de electricidad utilizando el viento.
Sobre la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras en el país, Enrique Pescarmona enfatizó que su empresa "le tiene confianza a Venezuela, sino no estaríamos allí. Le tenemos confianza al presidente Chávez, porque él siempre nos trata con mucho cariño y mucha deferencia".
Este proyecto es producto de una carta de intención firmada entre Impsa y Pdvsa Industrial el pasado 11 de agosto en el marco de la visita de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirshner. Luis Pescarmona fue uno de los empresarios que integró la delegación que visitó Caracas junto con la mandataria.
En el año 2005, se anunció un acuerdo similar, que no prosperó y en 2006, Pdvsa anunció el inicio de un proyecto para producir electricidad con la fuerza de los vientos en Paraguaná y aunque se dijo que sería inaugurado en 2007, se desconocen los avances de estas obras.
Sin embargo, en esta ocasión Enrique Pescarmona espera desarrollar ese primer avance y concretarlo en un plazo de cuatro a cinco meses para suscribir un convenio, construir y fabricar las turbinas que se instalarán en Paraguaná. Estima que dentro de cinco años estará concluido el proyecto.
El vicepresidente de Impsa, Juan Carlos Fernández, adelantó que la planta que se instalará en Venezuela, es similar a la que tiene la compañía en Pernambuco, Brasil y que fue la proveedora de las 19 turbinas instaladas en Praias de Parajuru, gracias a su asociación con Cemig, una de las empresas brasileñas líderes en energía eléctrica.
"Es una fábrica que puede producir 300 a 400 aerogeneradores por año. En Venezuela, conocemos muy bien la parte hidráulica, pero aún no conocemos la parte eólica", explicó Fernández.
"Nuestra voluntad está en todos los lugares que se brinde la oportunidad para invertir y hacer negocios", asegura Fernández. Venezuela es el segundo mercado más dinámico de la empresa, cuyas operaciones se extienden a América Latina y Asia.
Actualmente, Impsa construye la Hidroeléctrica Manuel Piar, en Tocoma, estado Bolívar. "Es uno de los proyectos más importantes que tenemos" comentó Horacio Lucena, gerente general de Impsa Hydro. La central tendrá una capacidad de 2.230 MW y la obra tiene un avance de 12%, según Lucena y esperan que en 2012 inicie operaciones el primer generador. "Nuestra idea es seguir creciendo en Venezuela y trabajando con mano de obra local", agregó Lucena.
La utilización de la energía eólica no es desconocida para los pobladores de estas zonas. Ya desde hace décadas muchos de los pequeños pueblos del occidente falconiano, y algunas comunidades de la Guajira, se surtían (algunas aun lo hacen) de agua potable provenientes de pozos subterráneos utilizando aerobombas para su extracción. Estas eran torres de metal o de madera con un molino multiaspas en su parte superior que era movido por la acción del viento creando una fuerza de succión que extraía el agua de las profundidades.
En la vecina Colombia, se ha instalado en los últimos años 2 grandes parques eólicos en su departamento de la guajira: el parque eólico Jepirachi ubicado en la alta Guajira, con 15 aerogeneradores inaugurada en el año 2003, y el parque eólico wayúu ubicado entere le cabo de la vela y puerto bolívar con capacidad para 20 megavatios, lo que coloca a Colombia en el segundo lugar en Latinoamérica en cuanto a producción eléctrica a través del viento.
Gamesa entra en el mercado venezolano con la instalación de 100 MW en el que será el primer parque eólico del país
Gamesa Corporación Tecnológica, a través de su filial Made, entra en el mercado eólico latinoamericano, concretamente en Venezuela. La compañía española ha alcanzado un acuerdo con el principal grupo energético Petróleos de Venezuela S.A., PDVSA, para el suministro de 76 aerogeneradores correspondientes al modelo AE61-1.320 kW, en su versión de 60 Hz, lo que supondrá la instalación de una potencia total de 100 MW.
Las turbinas contratadas están destinadas a la que será la primera central eólica venezolana, en la península de Paraguaná, en el estado de Falcón. Con la instalación de este primer proyecto en el país, Gamesa contribuye a la consecución del objetivo de generación de energía limpia en Venezuela.
El alcance de este contrato, por un valor económico cercano a los 116 millones de euros, incluye el suministro de los aerogeneradores, supervisión de instalación y puesta en marcha, así como dos años de operación y mantenimiento. Los trabajos de montaje de los aerogeneradores comenzarán en el último trimestre de 2009.
El Presidente y Consejero Delegado de Gamesa, Guillermo Ulacia, ha subrayado la importancia de este nuevo proyecto para la compañía que “demuestra su capacidad para posicionarse como uno de los principales suministradores de turbinas eólicas en un mercado tan importante y con alto potencial de desarrollo como el latinoamericano”.
Desde el punto de vista medioambiental, los aerogeneradores que Gamesa suministrará al citado parque eólico contribuirán a generar un abastecimiento energético respetuoso con el entorno, al evitar la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera. En concreto, la producción anual de los 100 MW de estas instalaciones, sustituirá a 21.500 Toneladas Equivalentes de Petróleo (TEP)/año y evitará la emisión a la atmósfera de 150.000 toneladas de CO2/año.
EDP y Galp compiten por el negocio de la energía eólica en Venezuela
Energías de Portugal (EDP) y Galp Energía están interesadas en explotar el negocio de energía eólica en Venezuela, donde este mercado todavía está virgen.
Ambas empresas han acompañado al primer ministro portugués, José Sócrates, en su visita oficial de tres días a Venezuela, para negociar con empresas y autoridades locales de Venezuela la instalación de parques eólicos.
Galp, a través de Ventivest, firmó un acuerdo de entendimiento con Petróleos de Venezuela que prevé la construcción de parques eólicos en el ámbito del acuerdo general de las dos empresas para las áreas de petróleo y gas.
EDP Renovables la relizado reuniones al más alto nivel para discutir su posible entrada en la explotación del negocio eólico venezolano.
En caso de que se concreten los negocios en este área, el primer paso para Galp y EDP sería realizar estudios de viento para determinar el potencial energético de Venezuela a partir de esta fuente.
Durante la visita oficial el primer ministro luso firmó varios acuerdos institucionales con Hugo Chavez. El más importante es el denominado "Acuerdo de las Exportaciones", mediante el que una parte de los barriles de petróleo que Galp importe de Venezuela serán pagados directamente con productos exportados por empresas lusas del sector agro-alimentario, farmacéutico, construcción y reparación naval, que abastecerán bienes y servicios a Venezuela. En este sentido las estimaciones calculan que la cifra podría rondar los 220 millones de euros este año, equivalentes a unos 10.000 barriles de petróleo diarios.
El ministro de Economía, Manuel Pinho, calificó hoy este acuerdo de "único" porque "va a permitir a Portugal vender a Venezuela productos en contrapartida de nuestras importaciones de petróleo", afirmó el responsable que se mostró convencido de que las exportaciones portuguesas a Venezuela "tienen espacio para multiplicarse por diez".
www.giaelec.org/Articulos/A2006-03.pdf
www.giaelec.org/Articulos/A2006-04.pdf
earthtrends.wri.org/pdf_library/country_profiles/ene_cou_862.pdf