En 2008, Estados Unidos aumentó sus capacidades de producción de energía eólica en un 50 por ciento en comparación con el año anterior, según el Worldwatch Institute, con sede en Washington. Con una capacidad eólica de casi 30.000 megavatios, Estados Unidos puede abastecer con electricidad a unos 17 millones de hogares.
El tamaño de Estados Unidos, con sus desiertos y praderas, así como las extensas costas, hacen de la eólica una fuente de energía casi ilimitada. La demanda de aerogeneradores crece.
Un "cinturón eólico" atraviesa sobre todo el centro del país, desde Dakota del Norte en el norte hasta la frontera mexicana en el sur.
La lista de los estados que más energía eólica producen está encabezada por Texas, donde los aerogeneradores producen unos 7.100 megavatios, lo que equivale a la generación de energía de diez plantas de carbón.
Consorcios energéticos estadounidenses comenzaron desde hace tiempo a tomar en serio la energía eólica. La empresa de energía atómica Duke Energy ambiciona ingresar todavía este año en el grupo de las diez mayores empresas eólicas.
Y también el multimillonario petrolero texano T. Boone Pickens se volcó en la eólica. Desde hace alrededor de un año lleva adelante a nivel nacional una campaña de relaciones públicas y en los medios sobre la necesidad de que Estados Unidos se independice del petróleo extranjero. Su "plan Pickens" propone una mezcla de granjas eólicas y plantas de gas natural como generadoras de electricidad.
El gobierno de Obama apuesta claramente por las energías renovables. Con subvenciones indirectas por exenciones impositivas se busca fomentar los parques eólicos.
Sin embargo, la crisis financiera tampoco dejó indemne a este rubro. La asociación de energía eólica de Estados Unidos AWEA se queja de la falta de créditos para las empresas.
"Debido a la debilidad de los mercados financieros, algunas empresas no pudieron financiar sus pedidos", dijo la portavoz de AWEA Elizabeth Salerno.
Sin embargo, a la industria eólica no se le acaba el aliento. "En este año creamos más capacidades nuevas que para el mismo periodo del año pasado", indicó Salerno.
El gobierno quiere fomentar esa tendencia: en julio se aprobaron otros 14 millones de dólares para la investigación eólica.
Un proyecto de ley sobre clima deberá establecer más estímulos, ya que prevé que como temprano en el año 2020, la proporción de fuentes de energías renovables -eólica, solar, biomasa- debe alcanzar el 20 por ciento de la generación de electricidad del país.
El mercado también atrae a empresas alemanas. El fabricante de aerogeneradores Nordex, con sede en Hamburgo, ve en Estados Unidos una enorme demanda. A fines de julio, la empresa comenzó con la construcción de una planta de montaje de turbinas en el estado de Arkansas. En el futuro deberá construirse una planta para la producción de palas de rotores.
En tanto, el consorcio energético Eon apuesta aún más alto: en Texas está construyendo el parque éolico más grande del mundo. Algunas secciones ya forman parte de la red eléctrica.
En septiembre deberán estar instaladas casi 630 turbinas eólicas y se deberá generar energía para más de 230.000 hogares texanos.
La empresa alemana Siemens comenzó en agosto con la construcción de una planta de tubinas eólicas en Kansas. "Dependemos de la pericia alemana", admitió Salerno. Después de todo, Alemania tiene años de ventaja en la investigación en el área.
La crisis y la dificultad de acceder al crédito ha reducido las previsiones iniciales de crecimiento de la eólica en Estados Unidos en 2009, y la potencia instalada será inferior a la de 2008.
Estados Unidos, a pesar de la crisis y las restricciones financieras, instaló 2.700 megavatios en el primer trimestre de 2009 y 1.210 MW en el segundo trimestre, según la AWEA, alcanzando ya 29.400 MW eólicos.
En 2030 el 20 por ciento de la electricidad procederá de la energía eólica, y puede que incluso más, gracias a los vehículos eléctricos y los híbridos enchufables, junto al desarrollo de las redes inteligente y la V2G.
El potencial eólico de Estados Unidos es inmenso, muy superior a todo el consumo eléctrico. España empezó antes y pudo desarrollar un tejido industrial y empresarial, y es el primer inversor extranjero en energía eólica en EE UU. La presencia española en este país es importante.
Gamesa es el cuarto productor de aerogeneradores en Estados Unidos, y cuenta con una fábrica en Pennsylvania. Acciona había instalado hasta 2008 un total de 485 MW eólicos en cinco parques en propiedad en EE UU, y tiene 70 parques eólicos en distintos niveles de construcción y desarrollo en 18 estados.
Iberdrola Renovables está presente en 14 estados, con un total de 2.876 MW eólicos, el 31% del total de la empresa en el mundo y un 17% de todo lo instalado en EE UU. En 2008, instaló 1.337 MW. El 41% de toda la cartera de proyectos de la empresa eléctrica, unos 22.600 MW, están ubicados en EE UU.
Estados Unidos, a pesar de la crisis y las restricciones financieras, instaló 2.800 megavatios en los primeros tres meses 2009, según la Asociación Eólica Estadounidense (AWEA), y llegará a unos 5.000 megavatios a lo largo de 2009.
Estados Unidos ya tiene instalados 29.000 MW de potencia eólica, siendo el primer país del mundo, tras superar a España y a Alemania, pero China le pisa los talones, y no sufre las restricciones financieras de Estados Unidos.
www.awea.org/newsroom/releases/AWEA_second_quarter_market_report_072809.html
www1.eere.energy.gov/windandhydro/pdfs/46026.pdf