Las declaraciones las realizó en el acto de presentación del informe sobre "La Política Energética Española". El director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka, indicó que España puede asegurar su suministro mediante otras medidas más efectivas que el subsidio del carbón, y debe sustituirlo con medidas de políticas sociales directas.
Nobuo Tanaka apostó por retirar los "cerca de 400 millones de euros anuales" que el Gobierno destina al sector del carbón. Tanaka instó a España, al igual que al resto de países miembros de la AIE, a reducir su dependencia energética del carbón de cara a alcanzar los objetivos en materia de cambio climático y seguridad energética, para lo que es necesario no renunciar a ninguna fuente, incluida la nuclear.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) recomienda a España que suba los impuestos que gravan las gasolinas y el gasóleo de uso automovilístico por entender que son inferiores a los de la media internacional y porque unos precios bajos no incitan a reducir su consumo. Y tampoco colaborará con la introducción de vehículos electricos.
Nobuo Tanaka alabó la apuesta española por las energías renovables (eólica, termosolar, fotovoltaica) y el gas natural y elogió la liberalización eléctrica, aunque con críticas al bono social.
Respecto a las primas a las energías renovables, Nobuo Tanaka considera normal que se ayude a tecnologías que están empezando y criticó que se subvencione a otras como el petróleo o el carbón.
Tanaka destacó que el gran reto energético de todos los países es reducir las emisiones de CO2, lo que supone reducir "radicalmente" el consumo de combustibles fósiles, y promover el ahorro energético, y al mismo tiempo, garantizar la seguridad del suministro. En el caso de España la generación de electricidad y el transporte son los grandes emisores de CO2.
Tanaka recomendó al gobierno español que aumente los impuestos que gravan los combustibles de automoción porque éstos son menores que los del resto de países de su entorno, y porque los precios bajos suelen hacer que aumente la demanda.
En su opinión, si el Gobierno quiere superar la presión de los grupos sociales que se opondrían a un aumento del impuesto de hidrocarburos, la subida impositiva debería hacerse de tal forma que tenga neutralidad recaudatoria.
Por otra parte, el director de la AIE señaló que para la transición a una energía baja en emisiones de carbono es importante que se hagan "grandes inversiones", para las que, a su vez, es "crucial" que exista un marco regulador estable.
El secretario de Estado, Pedro Marín, aseguró que, dado el margen de reserva eléctrica que presenta actualmente España, ningún Gobierno se plantearía iniciar ahora la construcción de centrales nucleares.
Marín señaló que dado el peso de la generación eléctrica de origen nuclear, España, con una tasa del 20 por ciento, está "claramente por encima" de los países que ahora apuestan por esta fuente de energía y "lo seguiremos estando durante los próximos cinco o diez años".
Respecto a las tarifas eléctricas, la AIE aplaude la decisión del Gobierno de poner fin al déficit de tarifa generado en los últimos años y de ajustar los precios a los costes reales. No obstante, la AIE criticó la creación del "bono social", que ha congelado la tarifa a cinco millones de usuarios hasta 2012, por entender que los precios bajos "distorsionan el mercado y no ayudan a ahorrar energía".
En su informe, la AIE considera ejemplar su apuesta por las energías renovables, en especial el desarrollo eólico y defendió las primas.
Por su parte, el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, subrayó que el sistema del carbón en España, con una reducción progresiva de las ayudas, "no es contradictorio" con la propuesta de la AIE.
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