Es forzoso para mi reconocer el ejercicio de responsabilidad y sentido de la realidad de nuestro Congreso de los Diputados, al igual que la defensa del sector que hicieron los máximos responsables de las Comunidades Autónomas más afectadas (Extremadura, Castilla La Mancha y Andalucía) y, por supuesto, la unanimidad conseguida con todas las empresas del sector, coordinadas por la Asociación.
Parece que nos hemos dejado algunas plumas por el camino como se ha demostrado después. Pero no podíamos hacer otra cosa ya que era el ser o no ser del sector y, evidentemente, había que cumplir con el objetivo básico que no es otro que defender los intereses de las empresas que constituyen la Asociación y la promoción de esta tecnología llamada a jugar un papel muy importante en el nuevo modelo energético.
Sin embargo, a día de hoy, quedan varias incógnitas:
Por el momento, ninguna de las empresas a las que el Ministerio comunicó la resolución de sus solicitudes ha recibido la comunicación oficial correspondiente ni se ha efectuado la inscripción en el registro que les permita cerrar sus negociaciones con entidades financieras y suministradores para continuar o comenzar la construcción de las plantas.
Más preocupante aún es saber qué va a pasar con los que no han recibido ninguna indicación sobre sus solicitudes; ni en positivo ni en negativo.
Y tampoco sabemos el calendario que se está considerando para un nuevo Real Decreto, anunciado en varias ocasiones, y que debe propiciar las innovaciones para que esta tecnología pueda avanzar lo más rápidamente posible por la senda de reducción de costes, para que se visualice el escenario para el cumplimiento de los objetivos en 2020 y para que se puedan aprovechar las oportunidades industriales que a España le brinda la Directiva de Energías Renovables de la Unión Europea.
Para todo ello, ofrecemos nuestra más abierta colaboración al Ministerio en la confianza de poder instrumentar, para beneficio del país, ese auténtico conocimiento del sector y de sus posibilidades que nos brindan las 90 empresas asociadas, retomando el nivel de interlocución que teníamos antes de los sorpresivos acontecimientos de octubre.
Para terminar el editorial de este número del boletín no puedo dejar de referirme al tratamiento que algunos medios de comunicación le están dando a todo el sector de las renovables. Nos han llamado desde “cazaprimas” hasta hacernos responsables de la posible subida del recibo de la electricidad.
Y se equivocan si con ello pretenden que nos sintamos culpables ya que, muy al contrario, tenemos la seguridad de estar contribuyendo al proceso de cambio imparable asumido por la Unión Europea, por España y apoyado por las Comunidades Autónomas que van a poder poner en valor abundantes recursos a favor de un desarrollo sostenible.
Los rigurosos estudios recientemente divulgados ponen de manifiesto que, incluso en términos económicos, las energías renovables devuelven a la sociedad con creces las primas que reciben para su implantación, emplean a más de 120.000 personas y evitan importaciones de combustibles contribuyendo a la seguridad de suministro así como a la reducción de emisiones de CO2.
Por el contrario, nuestros directos competidores –que no enemigos- en la encomiable tarea de generar electricidad para abastecer el mercado nacional y aportar capacidad para la exportación a los países vecinos, han recibido y siguen recibiendo los apoyos del estado que fueron necesarios en su día para que se establecieran y que al día de hoy siguen recibiendo, muchas veces en contra del sentido común y de las indicaciones de las instituciones supranacionales que controlan estos apoyos.
En fin, que vivimos momentos complicados y confusos que habrá que ir aclarando, informando con rigor a los ciudadanos que, al final, son los que deben decidir.
Valeriano Ruiz Hernández, Presidente de Protermosolar
