Núñez Feijóo destacó que con esta convocatoria se pretende ”recuperar el tiempo perdido, recuperar el liderazgo en el sector eólico, y que entre 2010 y 2015 el 95 por ciento de la energía producida en Galicia provenga de renovables”. El máximo mandatario gallego dijo que su Ejecutivo cumplió la palabra dada, ”de que en los 11 primeros meses de nuestro Gobierno volviéramos a la normalidad legal y a la transparencia en el sector eólico”.
El titular de Economía e Industria explicó que, al contrario que el concurso eólico del anterior Gobierno, las bases del nuevo plan contemplan que los proyectos industriales ”tienen que ser hechos”, y precisó que ”si no se hacen, el dinero resultante pasará al fondo Sodiga de capital riesgo de la Xunta para que pueda ser invertido en el tejido empresarial de Galicia”.
Javier Guerra indicó que la nueva orden de su departamento estará basada en tres pilares básicos: la objetividad, la transparencia y la seguridad jurídica. La convocatoria valorará la inversión de naturaleza industrial y el empleo generado como los puntos fundamentales de los criterios de valoración.
Preferentemente, explicó el conselleiro, se valorarán los planes industriales que se desarrollan en sectores económicos estratégicos y que contribuyan a la vertebración económica de las zonas rurales de Galicia, las propuestas de inversiones reales en procesos productivos y los empleos que se pretende generar, además de darse preferencia también a aquellos planes industriales que comiencen su ejecución cuanto antes.
En relación con el entorno medioambiental, la orden definirá 10 zonas compuestas por áreas de desarrollo eólico en las cuales se podrán ofertar los parques eólicos, que no podrán ubicarse dentro de la Red Natura, y establecerá un límite de megavatios por concursante que no excederá, con carácter general, los 350 MW con el fin de evitar la concentración en las adjudicaciones.
A partir de la fecha de finalización de la presentación de solicitudes, que concluirá tres meses después de la publicación de la orden en el DOG, habrá un plazo máximo de cuatro meses para resolver la asignación de potencia basada en las puntuaciones de los proyectos.
Según se establece en las bases, los proyectos de parques eólicos seleccionados serán los más eficientes, con menor impacto ambiental, y cuyos planes industriales asociados permitan tener un impacto positivo en la sociedad gallega, generando nuevos empleos y consolidando nuevos sectores estratégicos para la economía gallega.
Con esta hoja de ruta, Feijóo pronosticó que los 6.500 megavatios del mapa eólico gallego estarán "autorizados" en 2011, "un año antes de lo previsto". A partir de ahí, Guerra explicó que se abrirá el proceso de construcción de los parques, pero rechazó avanzar plazos para su funcionamiento porque "no está en sus manos".
Así, se refirió al papel de las empresas y a también a las preasignaciones estatales. En este punto, recordó que el registro ha recurrido la Xunta porque "entra en las competencias" de Galicia, cuya situación en el registro "sería absolutamente igual aunque no se hubiera revisado el anterior decreto".
"Nosotros hicimos nuestro trabajo y rápido", añadió, en referencia a la nueva Ley del aprovechamiento eólico, tramitada "en menos de ocho meses" y que, incidió, dota al sector "de plena seguridad jurídica y transparencia", frente al decreto del bipartito. Con este punto coincidió Feijóo, que felicitó al conselleiro y a su equipo por sentar las bases para, "en siete meses, volver a la normalidad en el sector eólico".
Al tiempo, se fijó el reto de que el 95 por ciento de la energía que se produzca en Galicia en 2015 proceda de fuentes renovables. Más tarde, Guerra precisó que, "dentro de ese 95 por ciento", se prevé que el 40 por ciento emane del sector eólico, aunque el Gobierno gallego también apostará por la energía hidráulica y la mareomotriz, así como por la geotermia.
"En siete meses volveremos a la normalidad eólica y a las adjudicaciones transparentes", insistió el presidente, quien destacó, al margen del reparto de megavatios pendientes, la introducción en el nuevo marco normativo de un canon para los parques eólicos que funcionan en la comunidad, con la "participación" de los ayuntamientos.
Tanto Feijóo como Guerra incidieron que esta tasa permite recaudar 23 millones de euros en 2010 –que subirán a 30 cuando se adjudiquen las nuevas concesiones– y, según los cálculos del Ejecutivo, engrosará las arcas públicas "con más de 1.000 millones" en 20 años. Por otra parte, el responsable económico destacó que, "en diez meses" y fuera del nuevo reparto, la Xunta adjudicó 252 megavatios de planes eólicos empresariales y "más de 265" fueron admitidos a trámite.